14.5.06

El día que no regalamos el vídeo

En el oficio de juntaletras, no es extraño que la impresora de la Seguridad Social agote la tinta cada vez que uno se acerca a pedir una certificación de la vida laboral. Entre los periódicos y revistas que, cada año, reducen plantilla, regulan empleo o, simplemente cierran, no queda más remedio que tener siempre el hatillo preparado para buscarse las habichuelas en un pesebre nuevo. En mi constante trashumar de pesebre en pesebre, hace tiempo que fui a caer en la plantilla de un más que agonizante diario madrileño. El Ya. El que fuera buque insignia de la escuadra mediática de la Conferencia Episcopal hispana, se debatía entre la agonía y la muerte allá por los finales de los 90 por mor, fundamentalmente de las pésimas gestiones de los sucesivos editores que se hicieron con la mítica cabecera. Precisamente el último de éstos, era detenido el viernes tras protagonizar otro episodio sainetesco.
En aquel lejano 98 una línea en mi vida laboral recuerda mi paso por el mencionado diario. Eran los tiempos en los que los servicios de correos y mensajerías entregaban día sí, día también, decenas de paquetes en redacciones y domicilios particulares, paquetes que contenían una cinta de vídeo con unas imagen de pésima calidad y peor gusto, acompañada de una carta que explicaba, entre otras cosas, el curriculum del protagonista masculino que aparecía en la cinta. En radios y televisiones eran frecuentes las alusiones a ese vídeo. Desde Javier Sardá, en cuyo programa, de vez en vez se hacían veladas alusiones, hasta la Campos, quien en un remedo del patio comunal que por entonces simulaba en su programa, no pudo aguantar la carcajada cuando su contertulia, que simulaba colgar ropa en un tendedero, sacó por la ventana un rojo corpiño, parecido al que en el vídeo de marras, lucía el conocido periodista que lo protagonizaba.
Por aquel tiempo, cada noche, la portada del periódico era distribuida vía fax a decenas de medios, fundamentalmente radios y televisiones. Preparábamos el envío del fax, una noche de un sábado, sería finales de marzo, cuando la zozobra de uno de los redactores le llevó las manos a la cabeza al leer en la prueba de impresión: “Pida su vídeo con el Ya del domingo”.
Realmente, los videos que se iban a distribuir eran unas aventuras de Mortadelo y Filemón, restos de anteriores promociones efectuadas por el Ya varios años antes, pero Mario pensó que el vídeo en cuestión era el que mostraba al encorsetado director de El Mundo. Para no llevar la zozobra a los distribuidores, decidimos cambiar el mensaje de portada, advirtiendo que el vídeo era el de las aventuras animadas de los dos agentes de la T.I.A.. Sin embargo, mentes gamberras, hubo quien decidió seguir adelante con la broma y hacer una falsa portada en la que se señalaba explícitamente que el vídeo de regalo era el de Pedrojota. La verdad es que quedó una portada muy llamativa.
Alguien envió esta falsa portada a dos o tres delegaciones de El Mundo y en una de ellas, un sagaz redactor hizo saltar la voz de alarma. Rápidamente llamó a la central de Madrid, desde donde inmediatamente localizaron a Pedro José, que estaba cenando con un ministro, y le hicieron llegar la falsa portada. Pedro José movilizó a todas sus influyentes amistades hasta conseguir encontrar a quien firmara una orden judicial que impidiera la distribución del Ya antes de que llegara a los kioscos.
Pasaban de las cuatro de la madrugada cuando el iletrado Menéndez tuvo que presentarse en las puertas de la rotativa para saber por qué motivos, la policía quería secuestrar cinco mil vídeos de Mortadelo.
Nepión

8 comentarios:

Azena dijo...

jajajajaja

es buenísimo, absolutamente maravilloso

una carcajada un lunes a las diez de la mañana... no tiene precio

gracias

Nepión dijo...

Al cielo pongo por testigo de que la historia está basada en hechos absolutamente reales

Roger Crunch dijo...

¡¡qué gran anécdota!!
Tuve la suerte de ver otro vídeo, el de propaganda de Menéndez de cuando se presentó a la alcaldía de La línea de la concepción.
Nunca había visto a un abogado expresarse tan torpemente. ¿cómo llegó ese tío a dirigir un periódico aunque fuese el Ya?

Nepión dijo...

Crunch:
El iletrado nunca dirigió el Ya. Tenía otros que lo hacían. Aunque quizá haya que preguntarse cómo es que algun que otro inepto llegó a ocupar ese puesto, pero eso lo contaré otro día

Roger Crunch dijo...

¡¡qué gran anécdota!!
Tuve la suerte de ver otro vídeo, el de propaganda de Menéndez de cuando se presentó a la alcaldía de La línea de la concepción.
Nunca había visto a un abogado expresarse tan torpemente. ¿cómo llegó ese tío a dirigir un periódico aunque fuese el Ya?

Roger Crunch dijo...

ya estoy deseando leerlo.
¡un saludo!

Roger Crunch dijo...

ups, lo siento, no se qué pasó que he repetido el comentario.

Nepión dijo...

síndrome del dedo rápido creo que lo llaman. vuelve pronto