Me tengo que poner a régimen. Con eso no quiero decir que se me esté yendo la mandíbula en exceso, por otra parte, cosa habitual de estos días. Pero, quiá, si estoy siendo más que moderado. Con decir que en las señaladas fechas que llevamos pasadas no me ha pasado por las tragaderas ni un gramo de asados, ni tan siquiera una pizca de colesteroles. Nada. Y no porque haya decidido sumarme a última hora a la moda light, que no renuncio a mis principios por un quítame allá esas grasas. De una parte, pesa más el bolsillo, aunque para ser sincero debería decir que realmente pesa menos, pues la economía de un a-salariado como un servidor no está para las alegrías inherentes a las fechas -más bien estoy en condiciones de ser el pobre que sentar a la mesa de Nochebuena-. El otro motivo, y probablemente el más importante, se debe a la ingente cantidad de cartas y mailes que estoy recibiendo en las últimas semanas. Casi todos, o por lo menos una mayoría suelen ser respuestas a mis peticiones (incluso podría hablarse de mendicaciones) de trueque: “Cambio salario por trabajo, yo pongo trabajo”. Que en estas respuestas siempre me encuentro la misma frase: “…su perfil no se adecúa al buscado…”. ¡Y ellos qué puñetas saben cual es mi perfil! Si no he mandado una foto. Una de dos: o me pongo a régimen o me hago una foto metiendo tripa. Claro que, tamién puedo darle al Potochof y, con un poco de suerte hasta me contratan en la Casa Real, aunque me temo que para esa plaza ya hay mucha competencia. Bien pensado, de seguir en esta situación, no me va a quedar más remedio que ponerme “a plan”.
El plan INEM de adelgazamiento en 5 meses:
Pierde todos tus kilos con las ofertas que te hagamos.
Nepión
No hay comentarios:
Publicar un comentario