El 14 de abril de 1977, se reunía en Madrid el comité central del Partido Comunista de España. Era la primera vez que se reunía, legalmente, en territorio español después de 38 largos años. No en vano, apenas unos días antes había sido legalizado. Aun faltaban muchos años para que las fechas históricas se recordaran con el número y la inicial del mes, si no, en lugar de conocerse aquel día como el “Sábado Santo Rojo”, nos referiríamos a él como el 9-A. En aquella primera reunión los chicos de la prensa, muchos de los cuales era la primera vez en su vida que se sentaban tan cerca de comunistas, hubo tres hechos que les sorprendieron. La primera sorpresa llegaba nada más acceder a la sala donde se iba a celebrar la reunión y encontrar una gran bandera bicolor junto a la pancarta roja con grandes letras blancas que presidiría la reunión. Si había una bandera que nunca se podrían imaginar presente en un acto del pecé era la bicolor, aunque fuera sin gallina. Incluso varios de los miembros del comité se sorprendieron ante el lugar preeminente dispuesto para la rojigualda.
La segunda de las sorpresas llegó al poco de iniciada la reunión cuando se estaba leyendo el documento aprobado en aquella histórica reunión. El Comité Central del Partido Comunista de España aceptaba la monarquía como forma del Estado, abandonando, cuanto menos formalmente, sus tradicionales aspiraciones republicanas.
Por último, la tercera sorpresa del día, aunque esta tuvo mucho menor grado que las anteriores, llegó con las palabras de reprobación dirigidas al presidente del Gobierno que había legalizado el Partido (entonces, el partido por antonomasia era el pecé; los demás prácticamente no existían).
Algunos periodistas supieron, pero no lo contaron hasta tiempo después, de la extrañeza con la que se recibió en el seno de la reunión la insistencia de Santiago Carrillo en introducir en el comunicado final esa crítica abierta al Presidente Suarez. Crítica que despertó algunas replicas no demasiado amables por parte de algunos de los integrantes del Comité Central y que no cesaron hasta que, durante un leve receso, Carrillo explicó que había sido el propio Suarez el que había pedido, y casi dictado, esa mención. De esta manera, Suarez podía frenar en parte las protestas que habían comenzado a surgir desde algunos de los sectores de la derecha más recalcitrante, incluyendo a algunos militares de alta graduación. Sólo tras esa pausa, y la consiguiente explicación, aprobó el Comité Central su declaración.
Algunos periodistas supieron, pero no lo contaron hasta tiempo después, de la extrañeza con la que se recibió en el seno de la reunión la insistencia de Santiago Carrillo en introducir en el comunicado final esa crítica abierta al Presidente Suarez. Crítica que despertó algunas replicas no demasiado amables por parte de algunos de los integrantes del Comité Central y que no cesaron hasta que, durante un leve receso, Carrillo explicó que había sido el propio Suarez el que había pedido, y casi dictado, esa mención. De esta manera, Suarez podía frenar en parte las protestas que habían comenzado a surgir desde algunos de los sectores de la derecha más recalcitrante, incluyendo a algunos militares de alta graduación. Sólo tras esa pausa, y la consiguiente explicación, aprobó el Comité Central su declaración.
Seguramente se preguntará usted, amable lector, por el motivo de este ejercicio de memoria, mas su pregunta tiene una respuesta. Quisiera con este breve apunte pedirle precaución a la hora de leer la prensa o escuchar informativos de radio o televisión en estos días. Probablemente en los próximos días, los medios de información nos van a servir miles de hechos y declaraciones en relación al reciente anuncio de alto el fuego de la banda terrorista. De hecho, ya han empezado a saltar algunas noticias que podrían (ojo: podrían) tener relación. Después del anuncio de los terroristas, los gobiernos aludidos se ven en la necesidad de dar algún golpe de efecto de cara a la galería para demostrar, especialmente a la opinión pública, que todavía no ha cambiado su postura. Por ejemplo, interviniendo algún depósito de explosivos, o efectuando algunas detenciones.
Itero, precaución a la hora de leer los periódicos. Es posible que algún día sepamos toda la verdad. De momento, sólo nos contarán lo que quieren que sepamos. Y no todo.
Nepión
3 comentarios:
gracias...
Sí, es bastante probable. De todos modos, os recuerdo que existen otros grupos terroristas operativos en España. Lamentablemente, cuento en mi círculo familiar con un amplio surtido de víctimas de unos y otros.
gracias nepión, siempre es un placer compartir estos recuerdos
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