24.1.06

La palabra de Dio$

A lo largo de la semana recién estrenada, seguramente el próximo miércoles 25, está previsto que se publique la primera encíclica del nuevo pontífice “Deus caristas est” (la encíclica, el pontífice atiende por Benedicto). Previamente a este estreno, cuando todos los factores indican que la nueva publicación será, como decía Joaquín Luqui, “tres, dos o uno” en la lista de superventas. Previamente, diversos medios de comunicación de todo el orbe (por ejemplo), se hacen eco de un nuevo decreto de la Santa Sede sobre el copyright: Todas aquellas editoriales que quieran difundir el magisterio del Papa o dar a conocer los textos vaticanos habrán, obligatoriamente, de pasar por caja.

En pleno proceso de revolución en las comunicaciones, buena parte de los integrántes del mundo internético esperaban con cierta ansia que las preclaras mentes vaticanas se aprovecharan de la Red para difundir mundialmente la nueva Encíclica papal. Atrás y lejos quedaban los monjes amanuenses copiando y recopiando la Regla de San Benito. Atrás y lejos podría quedar la Biblia de Gutenberg, la Vulgata, la Nacar Colunga… Los Textos Sagrados en la Red. No como una sustitución de los métodos tradicionales, sino como complemento. Información inmediata. Instantánea. Me comentaba alguno de estos ilusionados “cristianautas” (de cristiano e internauta), del gran impulso que se le impelería a la Interné, si el Papa se decidiera a publicar su magisterio directamente en la www.

Más no es así. Justamente cuando la Curia podría aprovecharse de la tecnología, en beneficio de la difusión de la información, el Secretario de Estado Vaticano, decide aprovecharse de la tecnología en beneficio de las cuentas de íbidem. Ya no importan las palabras del Nazareno: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio” (Mc 16,15), Mónseñor Sodano prefiere sentirse émulo de Vespasiano (“Pecunia non olet”) o publicano como Mateo.

Algunos maledicentes, dirán de un supuesto viaje de Eduardo Bautista, a la sazón presidente de la hispana SGAE, a las dependencias del pontífice, para hacerle parecer como inductor de tan infausta medida, más este dato nunca se confirmará.

Apenas 12 horas después de que se pusiera a la venta de la última novela de J. K. Rowling, a lo largo (¿o habría que decir profundo?) de la Interné existían no menos de una docena de páginas desde las que descargar, completa o por capítulos, la última entrega de las aventuras de Harry Potter. ¿Cuantas copias de la “Deus caristas est” estáran colgadas el jueves? Esperemos, pues, para ver si la palabra del Espiritu Santo, viene esta vez a lomos de una mula, o se comercializa por medio del topmanta. Algo me dice que no será asi.
Nepión

4 comentarios:

Marcos Hernández dijo...

Soy Cristiano, católico, romano!... y me parece una salvajada eso del copyright de una encíclica!... Si yo soy Hijo de Dios (tal como dice el evangelio), y como tal heredero, entonces ¿dónde están mis regalías por venta de libros en "su nombre"?
La Infalibilidad Ex Cátedra creo que les falló ahí!

Nepión dijo...

A the chosen:

Entiendo su perplejidad, pues el asunto parece bastante increible. Referencias a los derechos de autor del Vaticano puede encontrarlas en medios tan poco sospechosos como Clarin, de Argentina o la BBC. en todas partes mencionan el decreto de la Secretaría de Estado del Vaticano por el que se establecen unas tarifas de entre el 3% y el 5% de las ventas.

Ignacio . dijo...

La palabra de Dios como el agua cae sobre la tierra, que somos tú y yo, y quiere germinar, déjala que empape hoy tu corazón.

Matias dijo...

Hm... cmentarios poco ilustrados y faltos de trabajo, aparte de una crónica algo floja al respecto es todo lo que puedo rescatar de tu post. No se si te has dado el trabajo, pero en http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/index_sp.htm encuantras la encíclica completa, y en español (además de Alemán, Francés, Inglés, Italiano, Latín, Polaco y Portugués).

Creo que no está mal cobrar un cánon por la PUBLICACION de la encíclica. Después de todo, los mismos medios gnan dinero por las publicaciones. Pero no me parece correcta esta mezcla de conceptos que haces, puesto que la misma está a disposición de todos y cada uno de los internautas Cristianos o no.

Además, por último, si tu interés fuera auténtico, en cada iglesia llevan una biblioteca con las encíclicas publicadas (ellos no pagan por las mismas). Puedes ir a consultarla ahí si por algún motivo no te sirviera el link.