13.2.06

Descolocados

Hay veces que uno se siente fuera de lugar, como si fuera un tenedor guardado en el cajetín de los cuchillos. Pruebe a imaginarse totalmente vestido en una convención nudista en la playa de Maspalomas, o interrumpiendo en porretas un pleno del senado. Hay algo que desentona, que no encaja en el entorno, y ese algo es uno mismo. Malo es tener conciencia, entonces, de la situación.
Entre el arrebol que se sube a los mofletes y la moral que se baja a los pinreles, la capacidad de reacción airosa desaparece. En estos casos, se cumple inexorablemente el Principio de Andreas sobre la Ineficacia Operativa (corolario de la Ley de Murphy):
Cualquier cosa que se haga, empeorará la situación.

Pero si malo es sentirse tan perdido como un libro en el Blockbuster, peor aún es estar en una situación parecida sin tener conciencia del propio ridículo.
Variadas noticias, de esas que se pueden leer en la prensa seria, me llaman la atención:
Arrogándose el papel de un nuevo Bolívar, el que fuera presidente del Gobierno de acá, se postula para el rol de salvador de las patrias de las garras de “estos movimientos indigenistas que son en parte marxistas, en parte revolucionarios, en parte basados en criterios étnicos”. Ganas me dan de exhortar a Chemari a que cumpla con sus deseos, llevándose, de paso, a sus más fervientes acólitos: Acebes, Zaplana, Espe, Gallardonofis… Pero, por lo que tiene de insolidario con la América Hispana, reprimiré mis impulsos. Pero que no veo yo al lider hispano encabezando el movimiento de liberación en Chile, Perú, Venezuela o Cuba.

Otro personaje a quien le da por arrogarse un representación inexistente es al exministro de Justicia que, a fecha de hoy, sigue siendo la cabeza visible de la Oficina del Defensor del Pueblo:
“El fin de ETA que exigimos es la rendición incondicional. Tiene que haber vencedores y vencidos”
Nadie puede negarle al hermano del asesinado Fernando Múgica su derecho a exigir justicia en tanto que víctima del terrorismo. Nadie puede negarle a Enrique Múgica, en tanto que ciudadano de un estado democrático, a que exprese sus opiniones en la forma que le plazca sobre los temas que le petan. Pero en tanto que Defensor del Pueblo, no puede ni debe arrogarse una representación que no tiene. Su cargo, precisamente, exige de una neutralidad ejemplar mancillada con el uso de ese plural de “exigimos”, especialmente si una parte, aunque sea pequeña de ese Pueblo al que debe defender, no se muestra partidaria de la rendición.


Otrosí. Gracias a Escolar.net me entero de que
O lo que es lo mismo, que Fuerzas Especiales del Ministerio de Agricultura se disponen a tomar posiciones para impedir la entrada en el espacio aéreo español de aves migratorias ilegales. Ya me veo a los patos manifestándos por Daimiel exigiendo “papeles para todos”. ¿Cuándo abrirán un proceso para la regularización de aves ilegales?

Hay veces que, al leer la prensa, uno no sabe si está fuera de sitio, o si son los demás los que se van descolocando.
Nepión

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se que me repito, pero es un gusto leerle a usted.

Sofia

Azena dijo...

son los otros, son los otros...

José Moya dijo...

Precisamente estaba considerando escribir un día de estos un artículo sobre la gripe aviar como ejemplo de que las medidas de cierre de fronteras (las habituales hasta ahora) son absurdas y estúpidas, pues los vectores de transmisión pueden a menudo cruzarlas. La máscara de la muerte roja aplicada a la veterinaria, vamos.